Mi tiburón

Citroën DS, Tiburón.

Citroën DS, Tiburón.

No sé si hay algún coche más bello que el Tiburón, ¿tal vez un Mercedes Pagoda? ¿Un Porsche 356? ¿Un Ferrari de los años ’60? Todos estos tres coches, de una belleza arrebatadora, tienen algo en común, son cupés, de dos puertas… deportivos. El Tiburón, en cambio, es un «mera» berlina, vamos, para un padre de familia. ¿Cómo es posible que en modelo tan práctico sea, al mismo tiempo, tan bonito? Una auténtica escultura rodante -si se nos permite el cliché-, más que justificado en este caso.

Mi padre tenía uno, creo recordar que era GC 76.000 de matrícula. Era rojo con el interior en cuero negro. Se trataba de un DS 21 ¡de inyección electrónica! Mi padre solía decir: «Este coche no tiene carburadores, sólo maestro Juan es capaz de entenderlo en toda la Citroën, como ese señor falte no sé quién va a arreglarlo cuando se estropee«. Sí, en los años ’70 la inyección era todo un misterio.

Con 18 años y el carné calentito, tuve la oportunidad de conducir el Tiburón de mi padre, y todavía recuerdo aquella experiencia. La palanca de cambio arriba, los pedales donde no había embrague, el del freno que era como un enorme botón… Lo mullido del suelo, el tacto del volante con un sólo brazo, los sonidos de todos los hidráulicos…

En mi taller ideal un Tiburón ostenta un lugar de privilegio, junto a un Pagoda o un Jaguar E-Type. A diferencia de esos dos purasangres, el Tiburón hoy en día lo podrías conseguir por unos 9.000 euros. Vamos, que por el precio de un E-Type te llevas a casa cinco tiburones

VW Karmann Ghia

Camino del horizonte a los mandos de un VW Karman Ghia.

Camino del horizonte a los mandos de un VW Karmann Ghia.

Este modelo de Volkswagen es otro de mis clásicos preferidos. Me gusta porque me recuerda a un Porsche 356, de hecho de todos es sabido la estrecha relación que ha habido entre VW y Porsche desde el mismo comienzo de la historia de ambas marcas. Me refiero al Karmann Ghia Typ 14, porque el 34 creo que es más feo que el pecado. En Alemania al K.G. se le llamaba de forma algo despectiva «el Porsche de las secretarias«. Apelativo que no le hace nada de justicia a un grandísimo utilitario, que en el fondo no era más que un «Escarabajo» con otra carrocería.
A la hora de adquirir un Karmann Ghia lo mejor es decidirse por uno de los últimos, con sistema electrico de 12 V. En mi España natal hay muy pocos, pero basta entrar en una web alemana para poder ver multidud de K.G., además a precios relativamente asequibles. Si te decides por uno de ellos tendrás un coche indestructible -ya hemos dicho que es un «Escarabajo»-, pero con una imagen mucho menos vista y -a mi juicio- más atractiva. Sólo tienes que asegurarte de que no esté comido por el óxido…

El «haiga» de mi abuelo

Mi abuelo con su "haiga", un Dodge de los años 50.

Mi abuelo con su "haiga", un Dodge de los años 50.

Mi bisabuelo llevaba ropa a Cuba y de allí traía ron a su Canarias natal. «Vas a venir conmigo a Cuba para que aprendas el negocio», le dijo a su hijo Juan. Tras estar varios días en La Habana, el padre comentó al hijo: «Espérame en el hotel que tengo que arreglar unos asuntos».

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Y en treinta años… ¿qué?

¿Moveremos el Chevrolet Corvair en 2038 por bateria?

¿Moveremos el Chevrolet Corvair en 2038 por batería?

¿Cómo será el mundo de los clásicos en -digamos- 2038? Muchos dirán -y no les falta razón- para qué preocuparse por algo tan lejano. De hecho algunos no estaremos, un servidor -de seguir por aquí- tendrá 79 años, uno más de los que tiene mi padre en este momento. Pero bueno, hagamos un poco de futurología… Sigue leyendo

El Mercedes que vino del infierno

Mi padre, mi hermano Lucho y el Mercedes venido del infierno.

Mi padre, mi hermano Lucho y el Mercedes venido del infierno.

Mi padre -como tantos otros- soñó durante años con tener un Mercedes. Aunque el hombre antes había tenido, en mi opinión, uno de los coches más maravillosos de la historia de la automoción: un Citroën DS 21 rojo con el techo negro. Estarás conmigo que después de tener un Tiburón, sólo hay un camino: hacia abajo, una pendiente que mi padre iba a recorrer con todas sus amargas consecuencias. Sigue leyendo

¿Deseo o posesión?

¿Pagoda o 300 SL "normalito, tipo serie Dallas"?

¿Pagoda o R 107 300 SL?

¿Es mejor tener en tu garaje el clásico de tus sueños o seguir soñando con él? Puede parecer una cuestión tonta, pero no me lo parece. Gente sabia ha dicho que «el deseo llena más que la posesión». Sigue leyendo

¿Bajarán los clásicos?

Jaguar E Type

¿Hora de comprar, de vender o de todo lo contrario?

Crisis para arriba, crisis para abajo. Es imposible no oír la radio, ver la tele o leer un periódico sin que se hable «de la madre de todas las crisis». Que si peor que la del 29, que si estamos asistiendo a una nueva correlación de fuerzas económicas, que si no tocaremos fondo hasta la segunda mitad del año 2009. Y yo me pregunto: ¿cómo afectará la crisis a nuestros clásicos? ¿Es tiempo de comprar, vender o ni lo uno ni lo otro?

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El Mercedes cupé de Caslo

Mercedes cupé 230 C

El Mercedes Cupé 123 de Caslo.

Mi amigo Carlos –Caslo- es propietario de tres Mercedes, ¡y el tío no ha pagado ninguno! Más o menos le han caído del cielo, y es que en la vida no hay nada más grande que la familia. Pero del Mercedes que quiero hablar es de su W 123 230 C de 1977. El último cupé que Mercedes fabricó con carburadores. Este ejemplar está en perfecto estado y Caslo lo heredó de su hermano -un buen hermano, sin duda-, quien le regaló el W 123 -años más tarde también le daría otro, en este caso un W124 230 CE-. ¡Viva la familia! Sigue leyendo

Mi bebé

Mercedes 230 CE de 1988.

Mi bebé: Mercedes 230 CE de 1988.

¿Crees en el destino? Pienso que nuestras vidas son como trenes, podemos ir más deprisa o más despacio, llegar más lejos o menos; pero es realmente difícil salirse del camino marcado. Sigue leyendo

El 280 S de mi tío

El 280 de mi tio y un servidor de usted.

El 280 de mi tío y un servidor de usted.

Mi madre -que en paz descansa- siempre estuvo muy unida a su único hermano. Por ello, cada vez que veo a mi tío, de alguna manera, vuelvo a ver a mi mami: los ojos verdes oscuros, el sentido del humor -mi tío tiene más todavía-, las historias familiares.

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